Despertar a tu lado
 					La luz entra ya por la persiana. Respiro profundamente y empiezo a estirar los brazos, hasta que rozo algo caliente y recuerdo que no estoy solo. Ahí, a mi lado, hay una espalda, un cuello, un pelo negro como la noche. Me inclino y noto su respiración. Acerco la cara como un sabueso e inspiro.
 
 					Con todo el sigilo del que soy capaz a estas horas acerco los labios. Despacio. En silencio. Beso el cuello, no dejo de hacerlo hasta que se enconge y la respiración se entrecorta.
 
 La espalda se inclina hacia un lado y el cuello la sigue. Va emergiendo una cara con un gesto de desconcierto. En pocos segundos puedo distinguir unos ojos. Los miro y me encuentro reflejado. Me miran... "Te quiero"
 
  escuchando: U2 - With or without you 
 				  
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algo más que huesos a las 
22:57
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ser o no ser cebolla