14 de Enero del 2004Ratoncitos en el laberinto consumistaNo nos llegaba con que nos localizasen geográficamente con el móvil, ahora sabrán si llevamos puesto el jersey que nos regaló la cebolla-abuela. Estos días vuelve a saltar a la palestra una noticia relacionada con la Radio Frequency Identification (RFID), todo porque cada vez se suman más empresas de peso a la iniciativa. Compañías como Wal-Mart, Intel, Microsoft, Accenture, Metro Group (Carrefour...)... o el mismisimo Departamento de Defensa Americano. Una iniciativa peligrosa. Para quien no quiera meterse mucho en la materia diré que es una propuesta por la cual dotarán a diferentes productos de una etiqueta capaz de ser leida a gran distancia gracias a una emisión de radio. Una especie de código de barras a distancia, pero capaz de distinguir cada unidad de producto. Este dispositivo de radio permitirá por ejemplo a los comerciantes saber el stock de un producto a distancia, así como reducir la posibilidad de robo de mercancía hasta cotas muy bajas. El desarrollo de estos dispositivos avanza a gran velocidad habiendo ya modelos sumergibles en agua, extrafinos... que podrían ser introducidos desde zapatos pasando por bolsas de patatillas. El lado tenebroso del asunto reside en que mientras estamos dentro de la tienda todo va bien, pero si salimos de ella con ese dispositivo se está violando nuestra intimidad. En un caso teórico podríamos comprar unos zapatos, pagar con la tarjeta de crédito y quedaría registrada dicha relación usuario-producto. No es dificil darse cuenta de que llevamos encima por lo menos un dispositivo de localización. Podríamos ser cebollas de buenos pensamientos y confiar en que habrá leyes al respecto y en que no somos tan importantes como para que se preocupen por nosotras (por ahora) pero es que aun no hemos hecho la pregunta clave: ¿de quién es la idea?.... de nuestros "camaradas americanos". No hace falta estar a la última para saber todo lo que eso puede significar. ¿No son adorables? :)) Cebollas del mundo saquen sus propias conclusiones. Comentarios
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